En Nueva York,
en el 66 de Perry Street
está esta casa,
y Carrie Bradshaw entrando y saliendo de ella.
Después de todo, los ordenadores se rompen y las relaciones se terminan. Lo mejor que podemos hacer es reiniciar y respirar. Tantos caminos, tantos desvíos, tantas opciones, tantos errores... Bienvenida a la era de la pérdida de la inocencia. Nadie desayuna con diamantes y nadie vive romances inolvidables...
Es una periodista neoyorquina con una columna en The New York Star ...
Sexo en Nueva York
Junio de 1998.
Nueva York, Manhattan, 4 mujeres urbanas, modernas, sin complejos: Carrie, Samantha, Charlotte y Miranda.
Amigas, independientes, universitarias, con trabajos que les permiten vivir por encima de sus posibilidades y dejar temblando las tarjetas de crédito.
cosmopolitans y los brunchs...
Son débiles y fuertes, contradictorias, viven entre la fantasía y la realidad, quieren sexo y buscan desesperadamente una pareja, la felicidad o simplemente ser felices.
94 episodios fueron suficientes para llegar a la conclusión de que las mujeres: podemos tener amigas y quererlas, ser sexualmente activas con o sin amor, con o sin pareja, pero siempre con orgasmo.
También podemos tener
dinero, libertad, independencia, poder, éxito profesional... para ampliar nuestro mundo, nuestras aspiraciones, nuestras vidas.
¿Son tontas y banales?¿No les importa nada o viven, trabajan, se divierten... mientras van resolviendo los problemas cuando los tienen encima?.
Charlotte:
Un vibrador no te llama por tu cumpleaños, ni te manda flores al día
siguiente, y desde luego no puedes presentárselo a tu madre.
Miranda: Pero yo se de donde vendrá mi próximo orgasmo, ¿quién de las presentes puede decir lo mismo?
Hablan de todo sin tabues y afrontan temas como la masturbación femenina, los vibradores, el aborto, la infidelidad, la traición, homosexualidad, amistad, enfermedad, familia, maternidad, la soledad... las cosas de la vida.
Es una serie de TV, una
comedia de media hora, con una estructura narrativa muy planificada, muy cinematográfica y rodada en escenarios reales.
Con cuatro protagonistas femeninas que ni son pobres y desgraciadas ni las más ricas y tontas. Son mujeres que aspiran y sueñan lo que muchas mujeres. La serie pretende y consigue hablar abiertamente de sexo como
hacen los hombres (y las mujeres en la intimidad).
¿Tu vagina aparece en las guías de Nueva York? Debería aparecer,es el
sitio más cachondo de la ciudad y está siempre abierto!!!
Los diálogos, las localizaciones, el vestuario de Patricia Field, la modernidad y el desenfado fueron las claves del éxito.
¿A quién critica, a los hombres o a las mujeres?
Y se dió cuenta
de que la vida no era eso, la vida es caer y levantarse, y volverse a
caer y volver a levantarse; la vida es alegrarte los viernes y joderte
los lunes, y abrazarte a quien te abrace y a quien no te abrace pues no
te abrazas y punto, y no pasa nada.
A mí me gusta, me divierte, me entretiene. Marcó otra forma de hacer series con mujeres protagonistas y temas tabues. Ayudó a cambiar mentalidades.
Y nos recordó que desde que el mundo es mundo, hombres y mujeres más o menos modernos, más o menos liberados, con más o menos poder adquisitivo, con más o menos cultura, más guapos o más feos, buscamos lo mismo...
Amor, ternura, alguien cómplice con quién pasar años de nuetra vida, alguien que nos quiera y a quien querer.
Porque queremos el sexo y la independencia, la igualdad, la libertad y nuestro sitio en la sociedad que hemos (tratamos) coseguido tras muchos siglos de lucha incansable.
Pero también nos gusta ser como
mujercitas, tradicionales y pasionales, con un marido y una promesa ¿cursi, romántica,
convencional?
Siempre tuyo, siempre mía, siempre nuestros.
Aunque afortunadamente siempre hay excepciones.
Con
el tiempo todas las piezas encajan en su lugar...hasta entonces, ríete
de la confusión, vive el momento, y estate seguro que todo sucede por una
razón.
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